sábado, 20 de junio de 2009

III - LA EMPERATRIZ o ISIS SIN VELO

La Emperatriz representa el más alto poder temporal, lo real y la nobleza investida por el cielo. Encarna el ideal femenino en su pureza, belleza y creatividad; su reinado es interior, secreto, pero verificable. La dama, por sobre todas las cosas, es la esposa del emperador. Resplandece el amor de madre y el amor universal. En su mano derecha sostiene el cetro con cinco brazales expresión de su poder ilimitado y su rango. En su mano izquierda se posa una manzana con alas blancas, símbolo de resucitación; y luz blanca, la protectora de los procesos alquímicos. La corona que lleva es el atributo de la divinidad y realeza que define su influencia y poder en los planes temporales y sacrales.
En la parte superior de la lámina se manifiesta la copa. En ella se recoge la más preciosa de los líquidos: el soma de los dioses hindúes; la ambrosía de los dioses del Olimpo; el agua del dios griego Hermes, encerrada en el Vaso del Arte a partir de la cual los alquimistas obtenían la piedra filosofal. La copa del Grial contiene la sangre de Cristo, esencia de la vida, que simboliza elevación hacia la santidad, puesto que aquellos que emprenden su búsqueda, tan sólo tendrán éxito si manifiestan una absoluta pureza de corazón. Numero tres de la lamina es el símbolo de lo perfecto. Para los cristianos, al igual que para los judíos, la divinidad está representada por la Trinidad. El budismo muestra la Triple Joya: el Buda, el Drama y el Sangha, el hinduismo a: Brahma, Vishnú y Shiva. El apodo del Hermes Trismegisto, en cuyas enseñanzas se basa Hermetismo, significa “tres veces grande”. En la tradición Masónica los tres primeros grados se llaman “simbólicos”.

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